COVID-19 y Odontología
Dra. Jéssica Gazel Bonilla
Odontóloga Especialista en Geroatría
Universidad Federal de Paraná, Brasil, 2009
www.clinicadentalgazel.com
odontogeriatra@clinicadentalgazel.com
¿Qué es el COVID-19?
La infección por Coronavirus ha sido considerada por la OMS como una pandemia global. Desde su origen ha supuesto una amenaza para la salud mundial, no tanto por su sintomatología, que también, sino por su rápida propagación y contagio y las complicaciones respiratorias que producen en pacientes con otras afecciones crónicas de base.
El primer brote de neumonía por COVID19 se originó en la ciudad de Wuhan, a finales de diciembre de 2019. Desde entonces, la infección por neumonía se ha extendido rápidamente desde Wuhan a la mayoría de las otras provincias y más de 2 000.000 casos, en más de 140 países, que aumentan exponencialmente cada día, siendo a día de hoy Estados Unidos, Italia y España los países que más casos reportan cada día.
Etiología
El virus CoVID-19, comúnmente conocido como coronavirus, de acuerdo con los últimos estudios, tiene un origen similar al SARS-CoV y el síndrome respiratorio del medio este por coronavirus SARS-CoV2, es decir, de origen zoológico. Aparentemente, muy relacionado con un murciélago chino y con el pangoliín como posible transmisor.
Mecanismos de transmisión
Los principales mecanismos de transmisión descritos son las gotas de Pflügge, aerosoles y el contacto directo con superficies contaminadas.
Periodo de incubación
El periodo de incubación está estimado en una media de 5-6 días, aunque existe evidencia de periodos cercanos a los 14 días.
Población de riesgo
Los estudios epidemiológicos demuestran que la población de mayor riesgo en cuanto a síntomas y complicaciones es la que se encuentra en la horquilla de 65-80 años, aunque la población que hace de vector de la infección en mayor medida es la que está entre 25-40 años.
En cuanto a los sectores profesionales con mayor índice de exposición, existe un artículo reciente en el periódico The New York Times, que habla sobre cuáles son las profesiones que mayor riesgo tienen a la hora de contagiarse y contagiar el virus. Este artículo pone en la cabeza a la Odontología como la profesión con mayor riesgo debido a varios factores:
• la atención a pacientes.
• la actividad en la cavidad bucal y la presencia de saliva.
• el trabajo con ultrasonidos, y materiales rotatorios que producen aerosoles.
Sintomatología
Los síntomas clínicos típicos de los pacientes que padecen estas nuevas neumonías virales son: fiebre, tos y mialgia o fatiga con TC torácica anormal, y los síntomas menos comunes fueron la producción de esputo, dolor de cabeza, hemoptisis y diarrea.
El desglose más detallado de los síntomas de la enfermedad proviene de un análisis reciente de la Organización Mundial de la Salud de más de 55.000 casos confirmados en China. Estos son los síntomas más comunes y el porcentaje de personas que los tuvieron:
Fiebre: 88%
Tos seca: 68%
Fatiga: 38%
Tos con esputo, o flema, desde los pulmones: 33%
Falta de aliento: 19%
Dolor de huesos o articulaciones: 15%
Dolor de garganta: 14%
Dolor de cabeza: 14%
Escalofríos: 11%
Náuseas o vómitos: 5%
Nariz taponada: 5%
Diarrea: 4%
Tos con sangre: 1%
Ojos hinchados: 1%
COVID-19 es una infección del tracto respiratorio inferior, lo que significa que la mayoría de los síntomas se sienten en el pecho y los pulmones. Eso es diferente de los resfriados que provocan una infección del tracto respiratorio superior, donde tiene secreción nasal y congestión nasal. Esos síntomas parecen estar ausentes en su mayoría para las personas con COVID-19, aunque pueden aparecer. Estudios recientes añaden a estos síntomas la ageusia y anosmia, en pacientes jóvenes.
Posibles rutas de transmisión de COVID-19
Las rutas de transmisión comunes del nuevo coronavirus incluyen transmisión directa (tos, estornudos e inhalación de gotas) y transmisión de contacto (contacto con oral, nasal, y mucosas oculares). Aunque las manifestaciones clínicas comunes de la nueva infección por coronavirus no incluyen síntomas oculares, el análisis de muestras conjuntivales de casos confirmados y casos sospechosos de COVID-19 sugieren que la transmisión no se limita al tracto respiratorio, y que la exposición de los ojos puede proporcionar una forma efectiva para que el virus ingrese al organismo.
Diferentes estudios han demostrado que los virus respiratorios pueden ser transmitidos de persona a persona a través de contacto directo o indirecto, o mediante gotas gruesas o pequeñas, y el COVID-19 puede también transmitirse directa o indirectamente a través de la saliva. Existe un informe de un caso de infección COVID-19 en Alemania que indica que esa transmisión del virus también puede ocurrir a través del contacto con pacientes assintomáticos.
Varios estudios han sugerido que el COVID-19 puede estar en el aire a través de aerosoles formados durante procedimientos médicos.
Los tratamientos dentales a menudo implican procedimientos quirúrgicos en los que se usan jeringas de aire o agua, turbinas de alta velocidad, micromotores y raspadores ultrasónicos. Estos dispositivos producen aerosoles que contienen agentes potencialmente infecciosos, como aquellos encontrados en la sangre, la saliva y la cavidad oral del paciente.
La sangre y saliva del paciente se propagan como aerosoles y gotas durante los tratamientos dentales y se consideran fuentes potenciales de contaminación cruzada, teniendo el potencial de causar infecciones microbianas no solo en pacientes sino también en el personal de la clínica dental. Los aerosoles y las salpicaduras contaminantes también pueden extenderse a las superficies de herramientas y equipos y al entorno general de la clínica dental.
Se recomienda que los dentistas e higienistas dentales usen protección personal equipo (PPE) como máscaras, guantes, gafas y batas para protegerse ellos mismos de la exposición a los aerosoles infecciosos y las salpicaduras que contienen saliva y sangre del paciente.
La distancia de propagación del aerosol, las salpicaduras y los niveles de contaminación que ocurren durante el tratamiento dental son siempre temas de gran preocupación.
¿Cómo podemos ayudar y ayudarnos en Odontología?
Los odontólogos debemos estar familiarizados con el COVID19 o, al menos, con los mecanismos de prevención del contagio directo, así como de las posibles infecciones cruzadas o del papel como vector importante en las vías de transmisión del virus, igual que lo estamos con otro tipo de infecciones.
Debemos, además, conocer qué tipo de medidas extras debemos tomar en momentos de propagación rápida del virus, como en la pandemia mundial, descrita por la OMS, que vivimos actualmente.
Obviamente estamos en un momento en el que crecemos en sabiduría y experiencia, a medida que la pandemia evoluciona, lo cual no es lo ideal, pero, al día de hoy, tenemos claras algunas medidas que podemos tomar en cuanto a la prevención se refiere, teniendo en cuenta, sobre todo, la facilidad que tiene el virus para propagarse entre los aerosoles de la consulta y las gotas de pfflüge como principal vía de diseminación del virus.
Estas recomendaciones están basadas en la «Guía para el Diagnóstico y tratamiento de la Pneumonía por Coronavirus» la «Guía para la prevención y el control de la neumonía por coronavirus en Institutos Médicos» y la «Guía sobre el uso de equipamiento de protección médica y el control de la neumonía por Coronavirus» desarrolladas por la Comisión Nacional de Salud del Gobierno chino y la experiencia del Hospital Odontológico del Este de China relacionados con la prevención del COVID19.
– Evaluación del paciente: el odontólogo debe ser capaz de identificar un caso sospechoso de contagio por COVID19. En general, aquellos pacientes que, en estos momentos, cursen fiebre no deben acudir a la consulta. Por ello es importante realizar algunas preguntas, incluso en la pequeña anamnesis telefónica que se realizan, para poder recabar información fundamental que nos haga sospechar.
– Las guías, antes mencionadas, desaconsejan realizar tratamientos sobre pacientes sospechosos de ser portadores del COVID19, posponiendo cualquier tratamiento que no se considere urgencia, al menos durante el tiempo estipulado como cuarentena, durante el cual el paciente desarrollará la enfermedad o no. Y derivando al paciente al hospital para la monitorización de su sintomatología y enfermedad.
Todas estas guías sobre el protocolo de actuación hacen especial hincapié en saber detectar vía telefónica la información necesaria para incluir al paciente en un protocolo u otro. Para ello aconsejan hacer una serie de preguntas, como son:
– ¿Tiene o ha tenido fiebre en los últimos 14 días?
– ¿Ha tenido problemas respiratorios (incluida tos) durante los últimos 14 días?
– ¿Ha viajado a países de riesgo los últimos 14 días? (aunque en este punto tendremos que tener en cuenta que, según los datos epidemiológicos que se barajan a día de hoy, España es considerado uno de los países de riesgo, con un crecimiento de contagios similar a los puntos más conflictivos como Italia).
– ¿Ha estado en contacto con personas que hayan tenido cuadros de fiebre, tos, y/o dificultad respiratoria los últimos 14 días?
Si la respuesta a cualquiera de las preguntas es Sí, y no presenta fiebre o presenta temperatura corporal por debajo de 37,3º pospondremos el tratamiento si no es considerado urgencia.
Si la respuesta es Sí a cualquiera de las preguntas, y presenta temperatura por encima de 37,3º, avisar al paciente de posible contagio.
Si la respuesta es No a cualquiera de las preguntas, pero presenta fiebre por encima de los 37,3º, posponer el tratamiento salvo si es una urgencia.
Si la respuesta es No y no presenta fiebre, posponer si no es urgente o tratar con las medidas adecuadas.
En este punto es importante recordar que, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), urgencia se puede definir como la aparición fortuita en cualquier lugar o actividad de un problema de causa diversa y gravedad variable que genera la conciencia de una necesidad inminente de atención por parte del sujeto que lo sufre o de su familia.
Urgencia odontológica es la aparición súbita de una condición patológica bucomaxilofacial, que provoca una demanda espontánea de atención, cuyo tratamiento debe ser inmediato, impostergable, oportuno y eficiente, como dolor, abscesos y traumatismos que son las principales patologías que pueden causar con limitación de la actividad normal del paciente o que puedan suponer un riesgo para el estado general de salud del mismo.
– Higiene y lavado de manos: la transmisión por contacto, y la transmisión oro-fecal han sido descritas como vías frecuentes de transmisión del virus. Por eso, y aunque como personal sanitario, debemos realizarlo de manera frecuente y abundante, durante nuestra práctica diaria, desde estas guías nos animan a hacerlo entre pacientes siendo un lavado exhaustivo y quirúrgico para reducir en lo posible esta vía de contagio.
– Medidas de protección personal en la clínica dental: de los tres niveles que se describen en cuanto a medidas de barrera, las guías nos aconsejan el nivel 3 para poder prevenir el contagio. Este nivel 3 consiste en gafas de protección ajustadas a la cara con goma, estancas, pantalla facial, utilizar gorro quirúrgico desechable, mascarilla ffp2/ffp3, batas impermeables desechables y guantes de nitrilo. En cualquier caso, sería para el tratamiento de urgencias reales como se aconseja, tratando a cualquier paciente como posible transmisor del virus.
– Enjuagues bucales antes del procedimiento: la guía para el diagnóstico y el tratamiento de la neumonía por coronavirus de la Comisión Nacional de Salud de la República China concluye que los enjuagues más usados en las clínicas dentales, como los enjuagues con clorhexidina, parecen no ser eficaces para matar al virus. Sin embargo, el virus es vulnerable a la oxidación, por lo que aconsejan enjuagues con elementos oxidativos tales como peróxido de hidrógeno al 1% o povidona yodada al 0,2%.
– Uso de dique de goma: está demostrado que reduce en un 70% la concentración de aerosoles.
– Turbinas y piezas de mano con sistema de antiretracción: las piezas de mano y turbinas sin válvulas de antiretracción hacen que se puedan quedar microbios, como bacterias y virus en las mangueras de aire que contaminan dichos conductos por donde el aire sale, y que puede ser una vía de contaminación cruzada muy destacable. La importancia de utilizar instrumental y equipamiento que favorezca la desinfección y la prevención de la contaminación de estructuras que puedan provocar infecciones cruzadas en fundamental en nuestros gabinetes.
– Desinfección del gabinete: debemos desinfectar la clínica y los gabinetes según el «protocolo del manejo de la limpieza y desinfección de superficies de ambiente médico de la Comisión Nacional de Salud de la República de China. Es aconsejable desinfectar a menudo cualquier estructura metálica que suela tocarse de manera frecuente, pomos y picaportes, ascensor en el caso de tener, barandillas… Este protocolo hay que realizarlo después de cada paciente puesto que podríamos desconocer si son positivos o no.
COVID-19 y las citas con su dentista
COVID-19
La pandemia por COVID-19 está afectando enormemente nuestras actividades cotidianas, incluyendo las citas con nuestro dentista, entre otras. Todos debemos trabajar unidos para prevenir la propagación del virus.
¿El brote de COVID-19 afectará mi cita con el dentista?
En una declaración, la Asociación Dental Americana (ADA) les pidió a los dentistas a nivel nacional posponer los procedimientos dentales no urgentes hasta el 30 de abril, con el fin de ralentizar la propagación de COVID-19.
Concentrarse únicamente en la atención dental urgente y de emergencia durante este lapso les permitirá a los dentistas y sus equipos tratar a pacientes de emergencia, y así reducir la carga que significarían las emergencias dentales para los departamentos de emergencias en los hospitales.
¿Cómo sé qué es una emergencia dental?
Esta es una guía para saber qué puede reprogramar para cuando su dentista vuelva a operaciones normales y qué debe considerar como una emergencia. También puede descargar esta guía. Si no sabe con certeza si su necesidad dental cuenta como una emergencia, llame a su consultorio dental. Ahí pueden ayudarle a decidir si necesita que lo atiendan de inmediato.
Cuidados dentales que puede reprogramar para otra cita:
Visitas de rutina para revisiones, limpiezas y radiografías
Visitas de rutina para ortodoncia
Extracción de dientes que no causan dolor
Tratamiento de caries que no causan dolor
Blanqueamiento dental
Cuidados dentales que debe tratar un dentista en estos momentos:
Sangrado que no se detiene
Inflamación dolorosa dentro o alrededor de la boca
Dolor en uno o varios dientes, o en la mandíbula
Infección de encías con dolor o inflamación
Tratamiento post quirúrgico (cambio de apósito, retirar puntadas)
Diente roto o caído
Ajuste de dentadura para quienes reciben radiación u otros tratamientos para el cáncer
Cortar o ajustar alambre de ortodoncia que lastima las mejillas o encías
Biopsia de tejido anormal
Incluso durante esta contingencia, es importante mantener buenos hábitos de higiene dental. Conozca más acerca de cómo cuidar su boca cuando está enfermo.