Manejo Odontológico del paciente Adulto Mayor con Alzheimer
Protocolo Dental en pacientes con Alzheimer.
Dra. Jessica Gazel Bonilla (Odontóloga general, Universidad Latina de Costa Rica, Especialista en Odontogeriatría, Universidad Federal de Paraná, Brasil, (odontogeriatra@clinicadentalgazel.com)
(Función: Dar a conocer los cuidados odontológicos y las medidas que se deben tomar a la hora de tratar a un paciente con la enfermedad de Alzheimer).
odontogeriatra@clinicadentalgazel.com
RESUMEN:
La enfermedad de Alzheimer (EA) es una demencia que se caracteriza por ser neurodegenerativa, progresiva e irreversible, es una afección que se presenta en pacientes adultos mayores y es la causa más frecuente de demencia. Los factores etiológicos son múltiples y la evolución es lenta pero progresiva. Por tratarse de un segmento de la población en constante aumento; la siguiente revisión bibliográfica busca familiarizar al Odontólogo con las características clínicas de la enfermedad y la manera de planificar el tratamiento odontológico en este tipo de pacientes. Se describe que en pacientes con EA, hay una mala higiene bucal y una mayor prevalencia de enfermedades orales, debido a la imposibilidad de realizar una adecuada higiene oral. Hay cinco elementos importantes en la atención de la salud bucal: los síntomas, el examen oral, el tratamiento, el rol del cuidador frente a la salud bucal del paciente, y el papel del odontólogo.
Palabras Clave: Enfermedad de Alzheimer, Higiene Bucal, Salud Dental, Cuidados Bucales en Adultos Mayores.
SUMMARY:
Alzheimer’s disease (AD) is a dementia that is characterized by neurodegenerative, progressive and irreversible, is a condition that occurs in elderly patients and is the most common cause of dementia in this population. The etiologic factors are multiple and the evolution is slow but progressive. As this segment of the ever-growing population, the next literature review wants to familiarize the Dentistry with the clinical features of the illness and the way of focusing the treatment plan in this kind of patients Described in patients with AD, there is poor oral hygiene and a higher prevalence of oral diseases, due to the inability to perform adequate oral hygiene. There are five important elements in the oral health care: symptoms, oral examination, treatment, the role of caregiver versus oral health and the role of the dentist.
Keywords: Alzheimer’s Disease, Oral Hygiene, Dental Health, Oral Care in Older Adults.
INTRODUCCIÓN:
La Enfermedad de Alzheimer (EA) es una demencia que se caracteriza por la aparición progresiva, neurodegenerativa insidiosa e irreversible, fue mencionada por primera vez en 1906 por el patólogo alemán Alois Alzheimer, quien describió la enfermedad como un trastorno progresivo del sistema nervioso central, causando lesiones características en el cerebro como la pérdida difusa de neuronas en el hipocampo y el neocórtex. (Kocaelli H, Yaltitrik M, Yargic I, Özbas H., 2002)
En este momento hay en todo el mundo entre 17 y 25 millones de personas con enfermedad de Alzheimer, que representa el 70% de todas las enfermedades que afectan a la población geriátrica. Por lo tanto, la enfermedad de Alzheimer es la tercera causa principal de muerte en los países desarrollados, sólo superada por las enfermedades cardiovasculares y el cáncer. (Miranda AF, 2008)
En odontología, por ejemplo, es raro que los profesionales tengan una formación adecuada para gestionar las necesidades de estas personas, por lo tanto, en este artículo se revisan los aspectos relevantes relacionados con la salud bucal de los pacientes con Alzheimer. (Miranda AF, 2008)
La etiología de la demencia es compleja y puede estar asociada con factores como la edad, antecedentes familiares, la enfermedad vascular cerebral, déficit inmunológico, alteraciones metabólicas, factores genéticos, traumatismos craneoencefálicos, tumores, infecciones y factores que comprometen la calidad de vida (nutrición, las drogas, el tabaquismo, la hipertensión y el consumo de alcohol). (Goiato MC, 2006).
10 signos de alerta del Alzheimer
(http://alzheimeruniversal.blogspot.com/2010/09/10-signos-de-alerta-del-alzheimer.html)
1.- Pérdida de Memoria: La desaparición de la memoria a corto plazo (olvidar cosas recientemente aprendidas) es un signo temprano de demencia.
2.- Dificultades en la ejecución de labores familiares: Cuando completar las actividades rutinarias del día a día empieza a hacerse cuesta arriba para el sujeto, debemos estar alerta y comprobar si es un patrón que se repite día tras día y de qué modo.
3.- Problemas con el lenguaje: Las personas con Alzheimer a menudo intercambian palabras sin orden ni concierto, tanto en el habla como en la escritura, haciendo de su discurso difícil de comprender.
4.- Desorientación temporal y espacial: Los enfermos de Alzheimer pueden perderse incluso en su propio vecindario y olvidar como llegaron allí, sin saber tampoco como volver.
5.- Pérdida o decrecimiento del sentido común: Ponerse varias mangas en un día caluroso o una corta en un día frío puede revelar esta pérdida.
6.- Problemas con el pensamiento abstracto: Dificultades para ejecutar procesos mentales complejos, como olvidar qué son los números o para qué sirven.
7.- Problemas de emplazamiento de objetos: La persona pone los objetos en lugares a los que no corresponden (por ejemplo, un zapato en la nevera).
8.- Cambios de humor y comportamiento: El sujeto experimenta cambios bruscos de humor o en la forma de comportarse. Puede estar totalmente calmado en un momento para estallar en cólera segundos después.
9.- Cambios de personalidad: Cambios inesperados en la forma de ser del individuo también pueden suponer un signo de Alzheimer. Por ejemplo, si la persona afectada se vuelve desconfiada, confusa, sospecha con frecuencia de los demás, etc.
10.- Pérdida de la iniciativa y la actividad: La persona se convierte en pasiva, dejando pasar las horas frente al televisor, durmiendo demasiado o sin ganas de realizar actividades rutinarias.
10 signos que NO implican Alzheimer?
(http://alzheimeruniversal.blogspot.com/2010/09/10-signos-que-no-implican-alzheimer.html)
1.- Olvidar nombres es algo perfectamente asociable a la avanzada edad y no tiene por qué significar un signo que avance la enfermedad de Alzheimer.
2.- Olvidar por qué entramos en una habitación y qué íbamos a decir es algo que le puede suceder a cualquier persona y más si esta es de edad avanzada.
3.- Tener dificultades para encontrar la palabra adecuada en algún momento del discurso.
4.- Olvidar el día de la semana o en qué día de mes nos encontramos exactamente.
5.- Realizar de vez en cuando alguna acción o actividad cuestionable.
6.- Dejar en otro sitio temporalmente u olvidar la cartera o las llaves.
7.- Encontrar difícil leer un libro de cuentas o cualquier texto o documento que implique un sesudo ejercicio de concentración y análisis.
8.- Sentirse alguna vez triste o con humor cambiante.
9.- Hay que tener en cuenta que la personalidad de las personas cambian, en algunos aspectos, con la edad.
10.- Sentirse harto de las obligaciones laborales y/o sociales.
REVISIÓN BIBLIOGRÁFICA Y DISCUSIÓN
La enfermedad de Alzheimer
La enfermedad de Alzheimer tiene un curso clínico que va desde 8 a 10 años desde el descubrimiento en la fase inicial. Las características individuales de cada etapa de la enfermedad son cruciales para el desarrollo de un plan de tratamiento de salud bucal adecuado a las necesidades del paciente. (Zuluaga M, 2002).
La investigación debe ser exhaustiva, a través de la historia médica completa y detallada y en contacto con el médico del paciente desde el inicio. El odontólogo debe utilizar el formulario de consentimiento firmado por el paciente, o el responsable si el paciente no puede tomar sus acciones. Por lo tanto, al igual que otras áreas de la salud involucrados en este contexto, el odontólogo debe dirigir sus acciones de acuerdo a las particularidades de cada paciente, dependiendo de las peculiaridades de cada fase de la enfermedad: Inicial, Media y Final. (Zuluaga M, 2002).
La enfermedad de Alzheimer se caracteriza por un deterioro de la salud mental y física: el mayor de los síntomas usualmente lo constituye una fuerte dificultad para recordar hechos y eventos, incoherencias en el lenguaje, y disfasia . Luego existe una gradual y progresiva pérdida de la memoria y de otras actividades cognitivas que terminan en la incapacidad para reconocer familiares o amigos y dificultad para llevar acabo tareas tan simples como peinarse. Ocurre también un deterioro general de las destrezas motoras, desorientación, y cambios en la conducta que pueden resultar en actitudes inapropiadas y hasta groseras . Puede presentarse en estos pacientes; la aparición al mismo tiempo de cambios en la personalidad, delirios, cambios repentinos de estado de ánimo, depresión y problemas de conducta . (Corrêa, A. C. O., 1996)
Fase inicial
La primera etapa de la enfermedad que puede durar 0-4 años y se caracteriza por la pérdida de memoria, tales como el olvido, la falta de capacidad de aprender y retener información nueva, problemas de comunicación (lenguaje), los errores de juicio y dificultad progresiva en la realización de las actividades diarias normales. (Kocaelli H, Yaltitrik M, Yargic I, Özbas H., 2002)
En esta etapa de la enfermedad, los pacientes suelen presentar un cuadro clínico que dificulta el diagnóstico preciso. El paciente, a pesar de características de olvido continuo de la enfermedad, pueden ser sometidos a tratamiento en la clínica. Toda la gestión preventiva debe hacerse en esta etapa, ya que con la progresión de la enfermedad, se inicia el difícil viaje a la clínica. Esta fase es el momento adecuado para hacer cualquier tipo de procedimientos dentales y preparar las mejores condiciones posibles del sistema estomatognático, en comparación con la evolución de la enfermedad. Es responsabilidad y competencia de odontólogo adaptar el medio oral, para mejorar la fisiología del sistema estomatognático y, sobre todo, para guiar a los propios pacientes, cuidadores y familiares relacionados con el mantenimiento de la higiene bucal a través de técnicas adecuadas de limpieza. El cepillo de dientes eléctrico es un importante apoyo técnico, sin embargo, su uso depende de la capacidad del médico de familia y tutores (Little JW. 2005).
Entre las prácticas del cuidado de la salud oral se encuentran: la orientación de higiene oral, control de placa, las restauraciones de carácter funcional, el ajuste oclusal, el reajuste de la prótesis y el tratamiento periodontal.
La planificación del tratamiento y la preservación de las condiciones clínicas deben anticipar los problemas futuros de salud oral en estos pacientes. Es importante destacar que la formación de los cuidadores y miembros de la familia son más aceptados en esta fase, por lo que la inversión en tratamiento y mantenimiento de la salud oral es de suma importancia. Con el tiempo, aumenta la dificultad de la limpieza y la aceptación del paciente para realizar procedimientos clínicos. (Southern Association of Institutional Dentists, 2007)
Fase Intermedia:
Con la progresión de la enfermedad, la fase intermedia dura de 2 a 8 años después del diagnóstico. Pérdidas cognitivas se producen con frecuencia, alteraciones adicionales en el lenguaje, la repetición de palabras, la interferencia con las actividades profesionales, la incapacidad para el auto cuidado, con alto riesgo de accidentes secundarios, el malestar, la falta de entendimiento y actitudes agresivas. El odontólogo debe ser muy consciente de que en esta etapa ya hay dificultades en la expresión del lenguaje, especialmente en relación con el dolor. El paciente necesita constante compañía en los viajes al odontólogo. Comienza, entonces en una fase de semi dependencia de las actividades de la vida diaria, lo cual crea la necesidad de ayuda en la aplicación de la higiene oral, una condición esencial para el mantenimiento de condiciones favorables para una buena salud. También se inicia el establecimiento de la falta de cooperación del paciente a aceptar intervenciones dentales. En esta etapa se puede iniciar el atendimiento domiciliar. En esta fase, hay una mayor interacción con el paciente, la familia y todos los profesionales de la salud. El plan dental se caracteriza por la atención a los requerimientos clave, a fin de eliminar posibles fuentes de infección, como problemas periodontales, y especialmente la eliminación de cualquier posible factor determinante de dolor. Son frecuentes las úlceras traumáticas causadas por prótesis mal ajustadas y dientes fracturados. También hay posibilidad de realizar procedimientos dentales bajo sedación. En este caso, la planificación debe hacerse en conjunto con el médico. La sedación consciente con óxido nitroso, llevada a cabo por odontólogos debidamente calificados es una alternativa viable que se pueden realizar en la clínica. Otra alternativa es la prescripción de benzodiacepinas como ansiolíticos, con el consentimiento del médico, de preferencia. Estas acciones hacen mucho más fácil la intervención dental y pueden evitar el estrés del paciente. (Southern Association of Institutional Dentists, 2007)
Las Prótesis dentales mal ajustadas son de dudosa utilidad en esta fase. La extracción de los implantes deben proporcionar las condiciones favorables de la salud bucodental y prevenir la ocurrencia de posibles accidentes, como la aspiración o ingestión de estos objetos. El Cuidador debe estar capacitado para la responsabilidad diaria de la higiene oral. (Miranda AF, 2008)
FASE FINAL:
La fase final o terminal de la enfermedad, dura de 6 a 10 años, está determinada por la profunda desorientación, la apatía, la dependencia, la incontinencia total urinaria y fecal, la pérdida completa de la memoria reciente. También puede producirse la agresividad y la ansiedad. En esta etapa es común el riesgo de desnutrición. El paso progresivo del paciente lleva al coma y a la muerte. El odontólogo es parte de un ciclo de atención a la salud del paciente, es de gran importancia para su labor, al igual que otras áreas de la salud. Los requisitos mínimos para la salud oral debe ser una prioridad. Las personas mayores dependientes en el hogar, asilos de ancianos, hospitales y en cuidados intensivos, merecen una atención especial y permanente. El odontólogo debe incluirse en la preparación del plan de tratamiento y mantenimiento del estado de salud oral de estos pacientes. (Goiato MC, 2006).
Los tratamientos complejos y largos se deben evitar en esta fase. El odontólogo debe actuar exclusivamente en la eliminación de los focos de los síntomas de la infección y el dolor que afectan a la condición de salud general del paciente. La intención en esta etapa es proporcionar la calidad de vida para el paciente. Algunos de los procedimientos bajo supervisión médica, la técnica adecuada y la adaptación del odontólogo a esta nueva fase, determina el número de prácticas de salud oral diseñado de una manera dirigida a las necesidades del momento. El uso de expansores bucales, abridores de boca, la iluminación de arriba y los instrumentos adecuados son útiles en la realización de los procedimientos clínicos. Parece que la mayoría de los cuidadores no presentan una formación adecuada para llevar a cabo determinados procedimientos relacionados con el mantenimiento de la salud bucal de estos pacientes.
El odontólogo debe estar presente con regularidad en las acciones y decisiones clínicas para mejorar la calidad de vida de los pacientes, manteniendo siempre la integridad, el confort y el bienestar de los mismos. (Southern Association of Institutional Dentists, 2007)
Manejo Odontológico
Gracias al aumento progresivo de la expectativa de vida en nuestras sociedades modernas, el odontólogo se encuentra y se encontrará más frecuentemente en el futuro, con una importante población geriátrica en crecimiento que amerita atención odontológica. Por lo tanto la formación del odontólogo para abordar las condiciones clínicas particulares de esta población es esencial para prestar un servicio de calidad, y una de las condiciones más frecuentes en esta creciente población es la enfermedad de Alzheimer. (Miranda AF, Montenegro FLB, Lia EN, Miranda MPAF. Demência, 2008)
El plan de tratamiento de un paciente con Alzheimer debe ser diseñado de acuerdo a la severidad de la enfermedad y siempre en consenso con los miembros de la familia o las personas que se encargan del cuidado del paciente. Es importante señalar que a medida que avanza la enfermedad la condición bucal del paciente empeora progresivamente, sobre todo lo referente a la higiene bucal (Bridgman AM, Wilson MA. 2000) Por lo tanto, si se atiende a un paciente en las primeras etapas de la enfermedad hay que anticiparse a ese deterioro con medidas urgentes de prevención (aplicaciones tópicas de fluoruros, enjuagues de clorhexidina, etc.) y citas frecuentes para tartrectomías y/o profilaxis .
Es imprescindible la visita regular del odontólogo en estos centros para prevenir la presencia de focos de infección bucal que pueda agravar la condición sistémica del paciente. Los parientes se sienten normalmente mucho más tranquilos y confiados cuando su odontólogo comprende en detalle los pormenores de la enfermedad y puede prestarle una ayuda especializada al paciente con Alzheimer. (Kocaelli H, Yaltitrik M, Yargic I, 2002).
CONSIDERACIONES FINALES:
El odontólogo debe tener conocimiento previo de las diferentes etapas de la enfermedad de Alzheimer y sus características para dirigir la atención a la salud bucal de sus pacientes de forma individual. Así como poseer las habilidades para realizar el tratamiento en las diferentes etapas de la enfermedad. La Participación del Odontólogo en la EA ES fundamental, además del equipo de salud que también es necesario para mantener la salud oral del Adulto Mayor.
Frente al aumento del envejecimiento populacional, es importante que el odontólogo que desea atender adultos mayores tengan una formación específica multidisciplinaria, ya sea en la práctica privada, como en el hospital. Por otra parte, el odontólogo, como educador en la promoción de la salud, desempeña un papel importante en la relación con los cuidadores y familiares de los enfermos de Alzheimer, ya que debe fomentar y capacitar a mantener la salud oral, proporcionando así la calidad de vida.
El dentista debe ser capaz de adaptar el tratamiento a la población del adulto mayor dependiente en el enfoque multidisciplinario, respetando la individualidad del paciente, siempre evaluando los procedimientos médicos y el contexto familiar.
Las acciones dentales deben centrarse en la eliminación de posibles factores de riesgo (inflamación, infección y dolor) de las acciones de intervención mínima y se considera seguro.
Cabe señalar que, poco después del diagnóstico de la demencia, el paciente debe ser referido al dentista para una evaluación, ya que con el paso del tiempo y la evolución de la enfermedad, las intervenciones dentales serán más difíciles de realizar, lo que lleva a una posible confusión de la institución médica y medicamentos innecesarios.
La Odontogeriatra tiene mucho que decir en un equipo multidisciplinario de la salud para la evaluación, planificación y ejecución de servicios centrados en las personas mayores con demencia.
Es importante mantener actualizada la historia odontológica en lo que se refiere a antecedentes médicos y medicaciones para evitar complicaciones como la hipotensión postural producto de los antihipertensivos, las interacciones adversas a la epinefrina o sobre-sedación. La disfunción en la secreción salival es también una reacción adversa de ciertos medicamentos utilizados en el tratamiento integral del paciente geriátrico. Ciertos antihipertensivos, por ejemplo, pueden causar xerostomía, mientras que por el contrario, los inhibidores de colinesterasa pueden producir sialorrea
La sedación intravenosa o la anestesia general pueden ser necesarias en ciertos procedimientos o estadios de la enfermedad, esto incrementa el costo del tratamiento y puede convertirse en un problema en nuestro país donde un alto porcentaje de pacientes con Alzheimer son de bajos recursos económicos o son abandonados por sus familiares en instituciones que no poseen las condiciones mínimas para albergarlos, mientras que otros permanecen en la indigencia.
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